Y ahora el que faltaba...
Somos unos pocos alumnos de segundo de la ESO que queremos embarcarnos en una aventura: colgar en esta pared nuestros poemas, nuestros relatos, nuestras canciones, nuestros comentarios, nuestras paranoias, nuestras comeduras de tarro... Por lo pronto, te advertimos que no vamos cobrarte entrada ni nos reservamos el derecho de admisión. Haznos llegar tus inquietudes y enróllate. Aunque es nuestra locura, queremos compartirla con todos vosotros.
viernes, 12 de diciembre de 2014
viernes, 5 de diciembre de 2014
miércoles, 3 de diciembre de 2014
lunes, 1 de diciembre de 2014
ENTREVISTA A IRIS RUIZ EN RADIO IES ITÁLICA
Nuestros poetas comienzan a ser conocidos.
Escucha la entrevista de una de ellas
martes, 25 de noviembre de 2014
SEVILLA SE ENAMORÓ
Sevilla se enamoró de Cádiz,
de la Caleta,
del Falla.
Sevilla se enamoró de su habla,
de su cariño,
y de sus plácidas palabras.
Sevilla habló con Jerez,
y de Él quedó prendado.
Era un amor fiel y deseado.
Sevilla no se podía olvidar de Jerez,
ni de su famosa catedral.
Sevilla se perdió en el Alcázar,
y jugó al escondite de visitar todos sus
monumentos.
No podía olvidar...
Su amor por Jerez
le había hecho olvidar todo lo visto en Cádiz.
Quizás el caballo en su feria sería apropiado,
pero Ella sólo quería
volver a estar a su lado.
Decidió visitar a Triana,
su hermana,
Quien la llevo a su puente.
-¡Barquero!- le decía -
déjame su barquita
para navegar el
Guadalquivir....
-Pero chiquilla, ¿dónde quieres ir?
-Necesito ir a ver a Jerez,
Él es mi amado,
¡Guadalquivir!,
¡Guadalquivir! Déjame ir,
llama a tu amigo
Guadalete,
y que hasta allí me acerque.
-Eso no es posible-le decía el
barquero,-
hasta allí no es navegable.
-Lo siento señor barquero,
pero nada me quita el miedo.
Que sea
la última vez,
pero llévame.
-Esta bien, pero que sea la última vez.
Sevilla llegó a Jerez.
Su amado
tampoco le había olvidado.
El tiempo había pasado
y Ella tenía que volver.
Él no quería que lo hiciera.
-¡Quedate aquí conmigo
la vida entera!-le
decía.
Me tengo que ir, Jerez,
pero con mucho gusto me quedaría.
Ella volvió,
y Él quedó allí apenado,
sabiendo que había muchas millas
por las que eran separados.
No se volvieron a ver.
Ellos siguen enamorados.
Se comunican a través del sol
escondido tras
las nubes.
Es un amor prohibido y escondido,
pero cada día
pero cada día
siguen extrañando
todo lo
vivido.
Iris Ruiz Valero
viernes, 31 de octubre de 2014
GRIETAS Y ENREDADERAS
Y cada grieta de ese árbol
es una historia en un corazón,
tan profunda que ni el tiempo
las elimina,
porque hay historias que se
olvidan
y otras son para siempre.
Quiero que formes parte de esa
grieta
que nunca se olvida.
Quiero que seas para siempre.
¿Ves esa enredadera?
No se separa de ese árbol;
no sé cuántos años llevará ahí,
pero nunca están solos.
Pues así de pegada
me gustaría
estar a ti.
No me hace falta nada.
Sólo me haces falta tú,
porque, como ya digo,
me gustaría que fueras ese
árbol
y yo esa enredadera
para pasar contigo
mi vida
entera.
Iris Ruiz Valero
miércoles, 29 de octubre de 2014
CARTA DE UN CORAZÓN
Si lees esto, quiero decirte que
te quiero. Que gracias por todas esas largas conversaciones que acababan con el
sueño de uno de los dos y comenzaban con un "¡Buenos días!" Que estoy deseando de
verte y de poder abrazarte. Y que me da igual lo que impida que estés a mi lado,
porque, aunque no lo estés, estás mas cerca de lo que crees: estás en mi
corazón.
Quiero decirte que entraste en mi vida por casualidad y ahora eres la
casualidad más bonita que me ha podido pasar. No sé cuánto durará esto de
quererte a ocultas, de sonreír cuando pienso en ti o de llorar por miedo a
perderte. Sólo sé que me has enamorado y que tardarás mucho en salir de mi mente,... pero más de mi corazón.
Quiero a gritarle al mundo que eres una persona
perfecta y que te quiero, aunque, según tú, tengas defectos. Defectos que me
encantan, ya que una vez que te he conocido a ti no quiero conocer a nadie más. Porque para mí eres todo lo que necesito.
Y ese chico eres tú.. Escaparme
contigo y perdernos en medio de la nada...
No sé cómo decírtelo pero... ¡TE QUIERO!
Iris Ruiz Valero
lunes, 27 de octubre de 2014
MI ÁNGEL LEJANO
Daba vueltas en mi
cama sin parar. Si me ponía de lado, las lágrimas me mojaban la almohada y, si me
ponía mirando al techo, mis ojos se inundarían en lágrimas. Opté por mojar la
almohada y hundí mi cara en ella dejando soltar un alarido y haciendo que mis
labios temblaran. ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? La vida me ha dado mi ángel,
pero se confundió de lugar. Al final miro el techo y mis ojos brillantes piden
a las estrellas que no sean injustas conmigo.
Si cerraba los ojos lo vería a
él; si dormía soñaría con él, y si me quedaba despierta, no conseguiría dejar
de pensar en él. Mi corazón es pequeño, pero es increíble cómo una persona que
está tan lejos de mí, que nunca he sentido a mi lado, haya logrado hacer que no
quepa en mi pecho. Lo amaba de verdad y estaba tan segura de que era el amor
de mi vida y mi alma gemela como que la tierra era redonda.
Sentirlo una vez.
Sólo necesitaba tocarlo y saber que era real, que no era un sueño que
desaparecería en el mejor momento. Necesitaba enlazar mis dedos con los suyos.
Oler su olor, sentir su respiración en mi garganta, sus manos en mi cuello, sus
labios en los míos, mi pecho contra el suyo, sus brazos protectores rodeándome,
sus ojos buscando los míos y su hilo de voz en mis oídos. Lo necesitaba más que
el oxígeno en mi cuerpo.
Sus
"te amo" me llenaban, pero no lo suficiente para el resto del el día. Sé que
algún día estará conmigo, que despertaré con mi cabeza hundida en su pecho como
ahora la hundía en la almohada. Pero sólo necesitaba que supiera esperarme...
Yo
estaba dispuesta a esperarlo toda mi vida, pero... ¿me esperaría él toda la suya?
Sandra Pérez Navarro
viernes, 24 de octubre de 2014
QUÉDATE CONMIGO
Sonaron las ocho de la
mañana y las clases estaban a punto de comenzar. Era un día nublado, el cielo
estaba gris y caían gotas de agua salteadas que iban dejando marcas en el
asfalto. Mis pies corrían sobre los charcos de la tormenta de anoche y mis
pantalones se mojaban cada vez más. La humedad despeinó mi pelo y me pasé las
manos por encima, tratando de dejarlo como antes para no entrar a clase hecha un
desperfecto.
Me senté en mi
pupitre y cinco segundos después entró mi mejor amigo. Estaba serio. Sus
ojos parecían rotos y, decepcionado, pasó por mi lado. Lo saludé con un buenos
días, pero únicamente contestó con un hola y se sentó solo en un pupitre de detrás.
Me di la vuelta y
lo miré a los ojos, que estaban rojos y llenos de ojeras por no haber dormido.
-Estuviste
llorando...- le dije casi en un murmullo.
Me miró sin contestar
a los ojos y con eso me hizo saber que estaba en lo cierto. Me volví hacia
adelante y puse mi mano en mi frente, intentando recordar nuestra conversación
de anoche.
A la salida se fue
sin decir nada durante todo el día y me decidí por hablarle yo.
-Lo siento...- le
dije.
-Da igual...- me
contestó mientras negaba con la cabeza, agachándola.
-No, no da igual. No mereces el daño que te estoy haciendo.
Entre nosotros hubo un silencio y
levantó la cabeza para mirarme.
-Ya lo has hecho. Ya no hay vuelta atrás.- dijo él, dándose la vuelta para irse.
-Lo siento... Yo no
quería hacerte daño. Es lo primero que nunca se me pasaría por la cabeza...- le
dije con la garganta cerrada, a punto de soltar un grito que mantuve y salió en
forma de lágrima.
-No me creo lo que
me dices, porque ya lo has hecho y es tarde para cambiarlo todo.
-Por favor...- dije
entre sollozos y sin dejar de llorar.
-Me hiciste creer
que me querías. Tú, que siempre fuiste mi mejor amiga y la única chica de la que
he estado tan enamorado... Y me has mentido, esto es algo con lo que no se debe
jugar.- dijo, dejando caer una lagrima también, pero con la cabeza siempre firme.
-Y yo te quiero...
-Mentira...- quiso
mantener su orgullo.
-No te estoy
mintiendo...- cerré los ojos e incliné la cabeza hacía atrás para poder coger
aire.
-No podemos estar
juntos... Te amo más que a mi propia vida, pero no puedo luchar contra el
destino. Te estoy hablando muy en serio...
Miré sus puños, que se cerraron
fuertemente y sus brazos se tensaron, como si quisiera desaparecer con la
mente.
-Si me quisieras de
verdad, todo lo demás te daría igual...- dijo agarrándose el puño de la camiseta y secándose las lágrimas.
-Te quiero, te
quiero, te quiero de verdad, con todo mi corazón... Te quiero... ¿Necesitas que
te lo demuestre?
Se quedó callado, sin saber que decir.
-Yo también te
quiero,... Tanto que me duele...- dijo finalmente.
Lo abracé y apoyé
mi frente contra la suya.
-Quédate conmigo,
por favor...- me pidió en un susurro.
-Vale,
me quedaré contigo. Te lo prometo.
Sonrió por primera vez en todo el día y yo
sonreí al verlo feliz.
Sandra Pérez Navarro
miércoles, 22 de octubre de 2014
TE ESPERARÉ
Paseo por la orilla
y el agua calmada me acaricia los pies.
El viento que viene del horizonte me
movía el pelo como una bandera haciendo que pareciera que volaba. La playa
estaba desierta y sólo se oían las olas al romper. Una voz me llamó. Sabía
perfectamente quien era. Esa voz que cada vez que la oía hacía que mi corazón
se acelerase. Me giré y él me abrazo fuertemente sin que me lo esperara. Sentía
mariposas en mi estómago y noté cómo mis mejillas se sonrojaban. Cerré los ojos
y le devolví el abrazo.
-No quiero
perderte...- me dijo con voz suave.
-Nunca me
perderás...- le contesté y, aunque no lo vi, noté que había sonreído.
Se separó y me miró
a los ojos, haciendo que sus ojos marrones parecieran que quisieran decirme
algo.
-¿Quién te lo ha
dicho?- le pregunté.
-Lo supuse cuando
me dijiste que me extrañarías.
-Escucha...- me
detuvo con un beso antes de que pudiera decir nada.
Me aferré a su
pecho y lo atraje más a mí, sin separar mis labios de los suyos. Él me levantaba
la cabeza con su dedo pulgar delante de mis orejas y el resto despeinándome y
haciendo que me quedara de puntillas para llegar a él. El tiempo se detuvo y
sólo deseaba quedarme así para siempre...
-No te vayas...- me
dijo apoyando su frente contra la mía.
-Volveré, te lo
prometo. Ahora prométeme tú que me esperaras...
-Toda
mi vida si hace falta.- contestó con seguridad.
Volvió a besarme suavemente y
me acurrucó en su pecho mientras observábamos el sol esconderse tras el
horizonte. Nos quedamos allí solos y unidos en un abrazo eterno. No quería perder lo que más amaba en mi vida por culpa de la distancia. Ese era mi miedo, pero
no se lo decía. Mencionar la palabra distancia sólo hacía que me estremeciera más
y opté por pensar que él siempre me esperaría, ya hubiera cientos de kilómetros
en nuestro camino o no; ya hubiera tormenta, lluvia o cualquier cosa que pudiera
complicar que lo tuviera en mis brazos.
Nada me importaba más que él.
Nada me importaba más que él.
Sandra Pérez Navarro
lunes, 20 de octubre de 2014
SANOS Y SALVOS
Una explosión hace
que tiemble todo el edificio. Son las cinco de la mañana y las primeras bombas
comienzan a caer. Me acerco a mi hermano de cinco años que se ha despertado con
el ruido y tiembla de miedo.
-Tranquilo. Están
cayendo lejos de aquí. No nos pasará nada.- le digo con voz
cantarina para tranquilizarlo.
Él se acurruca en
mi pecho poniendo entre nosotros su oso de peluche y yo lo mezco mientras miro
el humo y el fuego del fondo. Sólo estamos él y
yo, en una pequeña habitación, y un colchón para los dos. Es el edificio más
lejano del campo de batalla. La guerra comenzó hace tres días y ya había
destruido lo suficiente para que sólo quede viva la mitad de la población y un
cuarto del ganado. Lo cojo en brazos y
nos dirigimos a la ventana. Él asoma la cabeza de mi pecho y observa lo que
queda de nuestro precioso pueblo.
-¿Y papá?- me
pregunta mi hermano.
-Luchando por
nosotros- le respondo sin querer dar más detalles.
-¿Volverá?- me
insiste.
-¡Claro que
volverá! ¡Y podremos volver a ser una familia! ¡Ya verás!- le digo con seguridad
e intentando parecer alegre.
El pequeño se ríe y
se echa en mi hombro mientras seguimos observando el peligro que acecha fuera.
-¿Y mamá?- preguntó
nuevamente apretando su osito contra él. Callé unos segundos para pensar algo
y explicarle que había muerto en el incendio del segundo día.
Veo el momento en
que nuestro hogar ardía en llamas. Mi madre nos empujaba hacía la puerta,
alarmada, cuando el pequeño dio la vuelta hacía el infierno que se había
formado dentro.
-¡Mi osito!
-¡No!- le gritó mi
madre corriendo tras él.
Yo la seguí, pero ella me paró y me pidió que saliera
de allí. Esperaba fuera y no
salían, cuando oí un grito desgarrador de mi madre. Entré corriendo,
intentando verlos a través del humo, con todos los sentidos en alarma.
Entonces sentí a mi hermano correr hacía mí con su osito, lo cogí y me lo
lleve fuera.
-¿Donde está mamá?-
le pregunté agobiada e histérica.
-¡Está en el salón!
- contestó con sollozos.
-No te muevas de
aquí- le digo muy seria.
Entro y la
encuentro bajo una viga de madera en llamas. Sus ojos están cerrados, su cara
pálida... Me echo a llorar e intento quitarle la viga,... pero es inútil. La casa comienza a
venirse abajo y salgo corriendo dejándola allí debajo, viendo como el fuego
terminaba con ella.
Finalmente
encuentro una respuesta.
-Mamá tuvo que irse
y me dejó a tu cargo.
-¿Adónde?
Me
estremecí con esa pregunta:
-A ayudar a los
ángeles a cuidarnos desde el cielo. Ahora está mejor, observando cada paso
nuestro. Él se quedó callado. No sabía si había entendido a qué me refería o si
infantilmente lo creyó, pero su rostro no tenía ninguna expresión.
Y
me dije a la mente "Tranquilo pequeño, estaremos sanos y salvos..."
Sandra Pérez Navarro
jueves, 16 de octubre de 2014
TÚ, MI MUNDO
Que tus ojos sean aquellos que me enamoren
y tu corazón el que me secuestre locamente.
Déjame viajar al país de tus labios
y pasear por la ruta de tus manos.
Visitaré la ciudad de tus abrazos
e iré a la floristería de tu aroma.
Iré a la pastelería
donde seré camelada por tu mirada.
En la curva de tu sonrisa me perderé
y en la comisura de tus labios
deseo que me encuentres.
Sólo quiero decirte
que puedo llegar a amarte
sin rozarte,
sin tocarte.
Y me dirán loca,
y me dirán que es imposible,
pero yo diré que no existe nada
que me impida hacerlo,
porque tú eres mi motivo.
Eres aquel que me hace sonreír
y ser feliz.
Iris Ruiz Valero
martes, 14 de octubre de 2014
EL ÁRBOL DE MIS RECUERDOS
Aprieto mis puños y
cierro los ojos. Todos los recuerdos llegan a mi mente. él besando a alguien
que no soy yo, la noche que me quedé dormida sobre su pecho, sus labios
diciendo que quería olvidarme, sus besos en mi cuello...
Una lágrima recorre
toda mi mejilla, se detiene al final de mi cara y cae lentamente al suelo. Mis
labios tiemblan. Abro las manos y las coloco al cielo. Me las observo y un rayo
de luz atraviesa mis dedos y me las llevo a la cara. Busco el tronco del árbol
donde talló nuestros nombres y me dejo caer al suelo, echando mi cabeza hacía
atrás. "¿De verdad pensaste que llegarías a ser importante para alguien?", me
pregunto a mí misma sin respuestas...
Me
quito el colgante, que llevaba en el cuello, en el que está grabado su nombre y
me saco del bolsillo el mismo pero en el que está grabado el mío. Lo encontré
en mi puerta tirado. Supongo que él quiso devolvérmelo... Los observo y me
levanto para atarlos en una rama donde quedan enlazados bajo nuestros nombres
tallados y dejo que los últimos rayos de sol hagan que brillen. Me seco las lágrimas
y dejo que la brisa del campo me acaricie la cara, mezca mi pelo y me seque los
ojos vacíos, porque él se llevó mi alma. Y ahora me siento vacía, fría, sola...
en el árbol de los recuerdos.
Sandra Pérez Navarro
domingo, 31 de agosto de 2014
SIMPLEMENTE AMOR
Si
te grito "¡Te quiero!",
es
porque me importas.
Si
lloro por ti,
será
porque te quiero.
Y, si te dejo escapar,
no
me lo perdonaré.
Pero,
si lo hago,
será
para que un día vuelvas.
Si
te digo "¡Precioso!",
no
dudes que lo eres.
Y, si me haces sonreír,
es
porque,
de una manera u otra,
estás
en mi corazón.
Si
tienes mi silencio,
será
para tener mis besos.
Y, si un día coges mi mano,
será
para empezar algo juntos.
Y,
si algún día te tengo
a kilómetros,
te
enseñaré a tenerme
a centímetros.
Iris Ruiz Valero
lunes, 25 de agosto de 2014
NO TODO ES PARA SIEMPRE
No todo es para siempre.
Las hojas de los
árboles
se caen,
las flores se
cierran,
las fechas se
olvidan,
las estaciones son
diferentes,
los regalos no siempre los tienes,
las personas se van,...
otras vienen.
Y el amor
es amor.
Durará más,
durará menos,
pero hay tan solo
uno
que es humilde y
verdadero.
Es el que no se
olvida,
el que te quiere como
si fuera el primer día,
el que te ilusiona,
día tras día...
el que te da fuerzas
para levantarte,
y, con una sonrisa,
acostarte.
En fin, así es el
amor.
Iris Ruiz Valero
sábado, 23 de agosto de 2014
TORERA ENAMORADA
En esta vida
hay que llevar capote
en mano
e ir dando
capotazos.
¡Que nos llamen
toreros!
¡Que nos llamen
sevillanos!
pero hay que saber
ir
toreando
situaciones y enfados.
Al toro hay que saber
pararlo
para matarlo,
igual que los
problemas,
pararlos y
afrontarlos.
Algo parecido en el
amor.
Yo recibiré al toro a
puerta gayola
y así el toro se
sentirá seducido.
Con la mirada
lo conquistare,
pero tendré cuidado
para que el toro no
conquiste mi corazón
y me dé una fuerte
cornada.
Lo cogeré por los
cuernos
antes de que dé la
cornada
y termine con mi
corazón herido.
Pero le recordaré
siempre
que la que esta en el ruedo
soy yo.
Le pondré sus
banderillas,
y le haré ver
que el torero,
-en este caso la
torera-
siempre gana esta
batalla.
Y, como en todo,
el torero para
y
luego mata.
Eso haré yo.
Iris Ruiz Valero
lunes, 18 de agosto de 2014
MALDITA DISTANCIA
¿Qué es eso que tanto
duele,
cuando dos personas
se aman
y no pueden estar
juntas?
Se llama distancia,
kilómetros que unen,
pero a la vez
separan.
Piensas que una
persona que está lejos
te quiere más que una
que está cerca.
Y quisieras trazar un
camino
para unir vuestras
casas.
Y quisieras trazar
senderos,
para comunicar las
ventas.
Quisieras y quisieras
tener todo,
y no tienes nada.
Llegan los días de
frío
y sueñas con sus
abrazos y caricias.
El vacío en la cama
de decir está lejos,
mientras te tapas con
las sábanas
intentando no saber
nada.
Y llega el verano,
donde todo el mundo
se une,
pero tú
tan sólo esperas ver
a esa persona
que tienes tan lejos,
pero, a la vez, tan
cerca
que, si tocas tu
corazón,
sientes
que late tan fuerte
como minutos tiene el día,
y días tiene el año.
Iris Ruiz Valero
miércoles, 2 de julio de 2014
ATRÁPAME
Esta noche
quiero que me atrapes en tus sueños,
que me secuestres en tus besos
y me des caricias.
Te quiero,
pero no lo demuestro.
Te siento,
pero no estas ahí.
Te vea o no,
el amor verdadero
no muere:
siempre se siente.
Dame calor esta noche,
cuando el rocío caiga
sobre la hiedra de los bosques.
Sueños que tienen un significado
de "te quiero", pero
¿qué hago?
No sé qué hacer,
ni dónde ir.
Pero sueño contigo
en un bosque no muy lejano.
Dime tú amado:
¿Está muy cerca
ese beso robado?
Iris Ruiz Valero
lunes, 30 de junio de 2014
PATRONA DE SANTIPONCE
Una flor cayó sobre Sevilla.
Sobre Sevilla cayó una flor.
Una florecilla que llegó a Santiponce.
Va limpia,
solo Pura.
Al florecer encontramos
a Nuestra Patrona de Santiponce,
Virgen Santa del Rosario,
que, cuando camina por sus barriadas,
emociona con sus miradas.
No hay nada más grande
como una segunda Madre...
Y, cuando llega a su Hermandad,
baila sobre la lluvia de florecillas
que le lanzamos con alegría.
Va con su vara de alcaldesa
y, repartiendo fe por donde pasa,
hoy te miro.
Estás aquí en tu altar,
rodeada de flores,
y con una gran felicidad.
Iris Ruiz Valero
viernes, 27 de junio de 2014
CON EL CORAZÓN, PERDÓN
Lo siento.
Te pido perdón.
Por favor,
vuelen a mis brazos,
que nuestras miradas
sean cómplice de nuestra amistad;
que nuestra magia
Vaya mas allá de las palabras;
que siempre recordemos
todo aquello que vivimos.
Sé que a ti te duele.
Sé que igual que a mí,
pero una amistad como la nuestra
no puede quedar aquí.
No quiero un punto final
ni tres puntos suspensivos,
sólo quiero seguir andando contigo
por ese bonito camino.
Ahora me desvié por una tontería,
pero, pase lo que pase,
siempre te daré mi mano
y tiraré mi salvavidas.
No tengo palabras
para darte mil veces las gracias,
Y hoy aquí, arrepentida,
escribo una carta perdida
en medio de un laberinto
sin salida.
Busco una llave
perdida
para encontrar en este túnel
sin salida,
Una luz que me haga encontrar esa sonrisa,
y la pequeña campanita que hacía
que mis días tuvieran luz en mis ojos
y alegría en mi sonrisa.
Iris Ruiz Valero
miércoles, 25 de junio de 2014
¿DÓNDE VOY?
¿Dónde voy?
Todo recto al amanecer,
segunda estrella a la derecha,...
donde tus sueños
se harán realidad.
No es el país de Peter Pan,
pero es un mundo ideal para soñar,
donde tus sueños
cobran vida,...
No todo es maravilloso,
pero es bonito
ver que todo es como deseas.
Cada estrellita del cielo
es un mundo,
el brillo
una sonrisa
y el destello
es la felicidad.
Lograr esto es posible.
Lo posible se consigue,
pero, como el mundo no es así,
confórmate con lo que tienes
y sé feliz.
Iris Ruiz Valero
lunes, 23 de junio de 2014
TU LUNA
Te quiero,
pero no lo demuestro.
Te necesito,
pero no te llamo.
Sólo soy una luna en tu mundo.
Estoy todas las noches
poniendo brillo en tu ventana,
como un hada de la noche.
Te asomas, me ves y me hablas.
Yo te respondo.
Siempre me tienes ahí.
Soy tu luna
y me enamoré de ti.
Luna de tu mundo,
de tus sueños,
de tus noches…
Estoy siempre ahí,...
Pero un día
no habrá luna,
sólo estrellas.
Te harás preguntas:
"¿Dónde está la luna?,
¿por qué ya no brilla?".
Y te darás cuenta
de que perdiste la luna
mientras contabas las estrellas...
Iris Ruiz Valero
viernes, 20 de junio de 2014
CORAZÓN INOCENTE
Puedes cerrar tus ojos
si no quieres ver algo,
pero no puedes cerrar tu corazón
si no quieres sentir algo,
Se te hace difícil afrontar ese sentimiento,
pero es lo que hay.
Nos gustaría cerrar el corazón
como cerramos los ojos,
pero no es posible.
Tienes ese día de sufrimiento
por ese sentimiento
que no quieres.
No hay culpables,
sólo inocentes.
Tu corazón es el más inocente de todos,
es aquel que se rompe
como un zapato de cristal
y sana como un resfriado,
lento y con cicatrices.
Pero ya que no lo puedes cerrar,...
¿Por qué no ser feliz,
y disfrutar de que sabes amar?
Iris Ruiz Valero
miércoles, 18 de junio de 2014
CUENTOS
No dejes de creer en los príncipes azules.
El tuyo está cerca.
No tendrá caballo,
no vendrá de caballero,
pero, seguramente, es un cielo.
Cuando lo conozcas
y tengas todo lo que una princesa desea,
el tiempo se te hará una espera,
una espera que casi nunca ves que llega.
Cuando llega,
te sentirás como una Cenicienta
al encontrar su zapato
o Blanca Nieves cuando besa al príncipe.
Todos formamos parte de un cuento,
un cuento llamado vida,
En el que el amor
es una de las mejores partes de este cuento.
Así que no dejes de creer en ellos.
Tu príncipe o princesa anda muy cerca.
Iris Ruiz Valero
lunes, 16 de junio de 2014
CORAZONES
Mi memoria recuerda
que, cuando te tenía entre mis brazos,
eras un niño pequeño con su golosina,
eras mi cascabel de cada mañana.
Ya mi cascabel se apagó.
Cuando quise hacerlo sonar,
ya era muy tarde.
Tu bolita se apagó.
Hoy, mirando a la luna,
lloro preguntándome:
¿Por qué te fuiste?
¿Por qué ya no suenas?
Ahora mi cristal empañado
hace recordar esos momentos llenos de cariño.
Ahora escribo tu nombre dentro de un corazón.
No puedo olvidarte,
me guías por una vía que no acaba.
Quizás tus palabras,
quizás seas ese príncipe que tanto buscaba...
No viene en su caballo blanco,
pero me entrega un corazón malherido.
Pasa a mi casa,
lo curaré y lo guardaré en una caja,
donde nadie lo podrá dañar, sólo observar.
Lo guardaré junto al mío,
siempre lo llevaré conmigo,
nadie los tocará.
Que se hagan guerreros uno del otro
y que nadie los separe
nunca jamás.
Iris Ruiz Valero
viernes, 13 de junio de 2014
RECUERDOS
Encontré una caja. No era muy antigua, era reciente. Se ve
que alguien la había guardado hacía menos de un mes o mes y medio. Hoy la he
encontrado yo, y veo que los personajes son idénticos a los de mi historia. Nada
cambia, únicamente que ellos tenían una caja y nosotros sólo teníamos
recuerdos. En esa caja habían escrito toda su historia y la habían guardado. Al
parecer, se querían o se quisieron mucho. Había cartas, pulseras y muchos mas
objetos que se podían ver desde la perspectiva de arriba de la caja. Podría
decir que tuvieron mucho juntos y vivieron con mucha fantasía. Había un gran
colorido; los matices estaban muy combinados. Pero no quería ver eso, quería
saber el porqué habían abandonado esa caja allí. Igual ya no la querían. Empecé
a buscar un poco entre los papeles, pero no encontré nada. Le di la vuelta a la
caja y en su reverso ponía:
"Si has encontrado esta caja, lee mi historia y, cuando
termines de leerla, haz lo mismo que yo hice. Así soltaras tus penas, euforias y
coraje y tantos otros sentimientos que llevas callando y guardando en
tu corazón".
Así que, si un día encuentras una caja, ya sabes lo que tienes
que hacer. Igual encuentras mi historia o igual ya ha pasado por varios sitios
y encuentras otra. Pero una caja insignificante te puede valer de desahogo.
Iris Ruiz Valero
miércoles, 11 de junio de 2014
BARQUITO DE PAPEL

Puedes mirar al horizonte
y pensar que alguien te espera,
pero no sabes dónde.
Que alguien te quiera tanto
como tu quieres a esas personas.
Mi corazón ahora surca mares en blanco
sin encontrar un norte.
¿Dónde estará ese norte?
Ese norte que no encuentro.
Marineros que me invitan
a ir con ellos en su barco,
pero son rechazados.
Prefiero encontrar ese norte sola
y saber que no me he equivocado.
Un mar en blanco,
confuso y aburrido,
en el que no hay pececillos,
sólo una gran vela
donde el viento,
con el tiempo,
me ayudará a encontrar
ese norte perdido
que tanto busco.
A lo que me refiero con esto
es un corazón,
del que poder enamorarme
sin confusión ni error,
del que poder decir "te quiero"
sin leer ningún letrero,
y que los sentimientos broten
de mi interior,
sin ninguna obligación.
Iris Ruiz Valero
Suscribirse a:
Entradas (Atom)