Aprieto mis puños y
cierro los ojos. Todos los recuerdos llegan a mi mente. él besando a alguien
que no soy yo, la noche que me quedé dormida sobre su pecho, sus labios
diciendo que quería olvidarme, sus besos en mi cuello...
Una lágrima recorre
toda mi mejilla, se detiene al final de mi cara y cae lentamente al suelo. Mis
labios tiemblan. Abro las manos y las coloco al cielo. Me las observo y un rayo
de luz atraviesa mis dedos y me las llevo a la cara. Busco el tronco del árbol
donde talló nuestros nombres y me dejo caer al suelo, echando mi cabeza hacía
atrás. "¿De verdad pensaste que llegarías a ser importante para alguien?", me
pregunto a mí misma sin respuestas...
Me
quito el colgante, que llevaba en el cuello, en el que está grabado su nombre y
me saco del bolsillo el mismo pero en el que está grabado el mío. Lo encontré
en mi puerta tirado. Supongo que él quiso devolvérmelo... Los observo y me
levanto para atarlos en una rama donde quedan enlazados bajo nuestros nombres
tallados y dejo que los últimos rayos de sol hagan que brillen. Me seco las lágrimas
y dejo que la brisa del campo me acaricie la cara, mezca mi pelo y me seque los
ojos vacíos, porque él se llevó mi alma. Y ahora me siento vacía, fría, sola...
en el árbol de los recuerdos.
Sandra Pérez Navarro
Excelente debut, Sandra. Ya estamos esperando más y más. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, pronto escribiré mas.
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