lunes, 16 de junio de 2014

CORAZONES

 
Mi memoria recuerda
que, cuando te tenía entre mis brazos,
eras un niño pequeño con su golosina,
eras mi cascabel de cada mañana.
Ya mi cascabel se apagó.
Cuando quise hacerlo sonar,
ya era muy tarde.
Tu bolita se apagó.
Hoy, mirando a la luna,
lloro preguntándome:
¿Por qué te fuiste?
¿Por qué ya no suenas?
Ahora mi cristal empañado
hace recordar esos momentos llenos de cariño.
Ahora escribo tu nombre dentro de un corazón.
No puedo olvidarte,
me guías por una vía que no acaba.
Quizás tus palabras,
quizás seas ese príncipe que tanto buscaba...
No viene en su caballo blanco,
pero me entrega un corazón malherido.
Pasa a mi casa,
lo curaré y lo guardaré en una caja,
donde nadie lo podrá dañar, sólo observar.
Lo guardaré junto al mío,
siempre lo llevaré conmigo,
nadie los tocará. 
Que se hagan guerreros uno del otro
y que nadie los separe
nunca jamás.
 
Iris Ruiz Valero

1 comentario:

  1. El maestro Rafael17 de junio de 2014, 0:15

    Preciosa historia, que bien puede ser la de cualquier pareja de corazones heridos. Enhorabuena, Iris. Sigue así.

    ResponderEliminar