miércoles, 28 de diciembre de 2011

NAVIDAD


                                           Niños jugando con la nieve,
                                           adultos llenos de ilusión,
                                           verdades como un templo,
                                           días llenos de pasión,
                                           actualmente felicidad.
                                           Dulces y regalos llegarán.
                                           ¡Os deseo Feliz Navidad!

Marina Vega Pérez

sábado, 24 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD Y EXTRAORDINARIO 2012


Los autores de este blog quieren desearle a sus lectores una feliz Navidad y un 2012 lleno de cosas bellas y bonitas para poder compartirlas entre todos.


CANCIONCILLA DE LAS ESTRELLAS

                                            A Belén van tres pastores
                                            como cada Navidad.
                                            Uno lleva miel y leche,
                                            otro lleva mazapán.

                                            ¿Y el tercero?

                                            El tercero, que es un niño
                                            juega con Dios a contar
                                            estrellitas en el cielo...

                                            Una,
                                                     dos
                                                              y tres.
                                            Dos mil doce estrellas
                                            puestas del derecho,
                                            puestas del revés.

                                            A contar, a contar
                                            en el cielo estrellas
                                            y en la tierra Paz.

El maestro Rafael

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LOCAS NAVIDADES


¡Este año nos toca! Todos decimos lo mismo, pero nunca es verdad. Ahora es tiempo de ilusión, porque llega la Navidad. Esos farolillos en la Plaza Nueva, que caen mecidos al compás del frío. Parecen pájaros electrocutados. ¡Por Dios, qué horror!

Fíjate que, en estas fechas, todo el mundo se pone gordo. Pero yo soy distinto. A mí me ponen gordo. Cada día que amanezco falta uno de mis amigos. Empiezo a sospechar un poco. Qué calor hace aquí, ¿no? ¡Eh, soltadme ya! Bueno, ya sabéis lo que es ser pavo en Navidad.

Uno, dos, tres, cuatro… Todos los años igual. Ya empezamos. Toñi, ¿dónde está “Er Pepito”? Es mucha casualidad que cada Nochebuena falte alguien. A lo mejor es que se ponen de acuerdo… Y el Rey dando el mensaje de Navidad por la tele. Me pone nerviosito “perdío”. Y nosotros aquí. Uno jugando a la Play, otro durmiendo en el sofá, otro hartándose de gambas… Esto es un descontrol. Pero ¡qué se le va a hacer! Aquí, en mi casa, para nada pena. Así se celebra, al menos aquí, la Nochebuena.

Nada. Menos cinco y nadie mueve el “culete”. Es más, ya está todo el mundo emborrachado. Pero yo sigo mi ritual. Yo ya tengo mis doce aceitunitas preparadas y mi champán para niños. Ahí está la Esteban… ¡Qué tía más fea! Y a ver cuándo se lava la boca, porque con decir dos o tres palabrotas gana 10.000 euros. ¡Qué repelús cuando la veo! Parece que ya se moviliza la cosa, ya se está viniendo la gente para acá. ¡Qué alboroto! Ya es fin de año. Bueno, en todo caso, principio… ¿O final? ¡Qué lío!

Ahora viene mi parte preferida. Ahí está mi abuela ya preparada para jugar al bingo. Mira cómo mueve las manos para sacar bola… parece Mourinho en la final de la Champions. Nos asustamos todos. Una cosita. A mí no me gana nadie en el... ¡BINGO! Buah, otros cinco pavos para mi hucha. Fíjate, mi hermano más reventado que un choco. Y ahora jamoncito en bandeja… Pero ya no puedo más. A mí me mata la Nochevieja.

Ahí está mi “pandi”. ¡Hala!, todos con novia, menos yo. Pero eso no importa. Hoy es uno de los días que más me gusta de todos. A las cinco, ya estaban todos tirando para Itálica. Yo iba muy ilusionado, pero cuando vi la primera carroza, me quería morir. Eso no era una carroza. Eso era un "cacho de madera" con dos o tres tiras de papel mal recortadas. Al menos me quedaba la música… ¡qué va! Un cassette con "Siempre Así" cantando villancicos. Se lo podrían haber currado un poco… El mundo se ha vuelto morado. ¿O es mi ojo el que se ha vuelto morado? Vaya caramelazo. Y mis padres no ganan para gafas… Al parecer, era el centro de la risa. Me daba igual. Una pelota rosa había caído en mis manos. Qué guay. Sí, guay, pero era rosa. Fíjate: un caramelo casi me mata. A partir de hoy, odiaré el día de la Cabalgata.

Se habían zampado todo; los camellos la leche, los magos los mantecados. Alguien me impedía el paso hacia abajo. Era alto y con pelo. Desperté de mi sueño. Alguien saltaba alrededor mía. Estaba loco en el día de Reyes. Una fuerza impulsaba mi sien hacia abajo, pero aquella concentración de pelo me lo impedía. Mi madre seguía dormida, más parecida a un oso en su hibernación. Al fin bajé con ganas de matar a alguien, debido a la espera. Regalos por todos lados, pero el que más me gustó estaba encima de la mesa. Era femenino y estaba quemada. ¡Hay que ver qué buena estaba la tostada!Hay quién dice que lo bueno dura poco, y ya lo creo. Espero al año que viene para pasar más navidades... a lo loco.

Manuel Lamprea Ramírez

lunes, 12 de diciembre de 2011

ALLÍ ESTABAS


Allí te vi. Esperando al frío que te dejó allí sola, ante la multitud
que te arropaba con desprecio.
Allí estabas. El humo de castañas quemadas golpeaba en tus rojas mejillas,
ardientes de rabia.
Personas que se besan ante tus ojos, y tú seguías ahí.
Y tus lágrimas se helaban en tu cara, a pesar de tu pena.
Yo te veía. Eras polvo de ceniza.
Allí estabas, mirando el cielo.
No puedo hacer nada, mi corazón lo impide;
sea como sea, mire por donde lo mire.
Ya lo sabía. Jamás estaré contigo.
Nunca seré tu amante, pero sí tu mejor amigo.

Manuel Lamprea Ramírez

jueves, 8 de diciembre de 2011

IMAGÍNATE


                                        Imagínate un mundo sin amor,
                                        un mundo donde sólo existe dolor.

                                        Imagínate llorando bajo la lluvia,
                                        sin que nadie acuda a consolarte.

                                        Imagínate en un mundo
                                        donde cada lágrima que derramas
                                        se convierte en un rayo
                                        que atraviesa tu alma.

                                        Un mundo que existe en tu mente,
                                        por culpa del desamor.

Patricia Barrera López