Viene de lejos
el Polígono,
y viene llorando su Cautivo,
que baila al unísono.
Redención
en Santiago,
Y Rocío
en el milagro.
Que florecen todos los naranjos
del barrio campanillero...
¡Cómo suena
Santa Genoveva!
Fieles devotos
acompañan a su morena.
Campanas de duelo
en San Andrés
y la plaza toda por ver
el misterio aparecer.
Florecen los azahares
en San Gonzalo.
Y, tras pasar por el asilo,
a la Virgen de la Salud
le queda un largo recorrido.
Tristezas en Vera-Cruz,
que aparece dándonos
toda su luz.
Penas en San Vicente,
que lo acompañan
numerosos penitentes.
Dolores en las Penas,
que mira al cielo llorar.
Aguas de mi Rosario, que se acercan
a mi querido arrabal.
Y por último, Aguas
de Expiración,
que nos indican
que es el adiós.
Adiós, adiós triste, doloroso.
Y mi Cristo Soberano,
que me da cobijo,
mi Cristo Soberano.
Manuel Lamprea Ramírez