![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghtPn3nQliLimzpoDB-VW2MYQDJ0Fx3n0t7H2WwBV2i3FseT5gCorqZQuS-8mZR1pGgEque-Rri4BSXXsRV1J67ZmXXP8DWMtEcBwqEM5dUmrFIn-5IVUQEm6PoIUd2gaDcG6RTrB2ftI/s1600/barco-de-papel.jpg)
Puedes mirar al horizonte
y pensar que alguien te espera,
pero no sabes dónde.
Que alguien te quiera tanto
como tu quieres a esas personas.
Mi corazón ahora surca mares en blanco
sin encontrar un norte.
¿Dónde estará ese norte?
Ese norte que no encuentro.
Marineros que me invitan
a ir con ellos en su barco,
pero son rechazados.
Prefiero encontrar ese norte sola
y saber que no me he equivocado.
Un mar en blanco,
confuso y aburrido,
en el que no hay pececillos,
sólo una gran vela
donde el viento,
con el tiempo,
me ayudará a encontrar
ese norte perdido
que tanto busco.
A lo que me refiero con esto
es un corazón,
del que poder enamorarme
sin confusión ni error,
del que poder decir "te quiero"
sin leer ningún letrero,
y que los sentimientos broten
de mi interior,
sin ninguna obligación.
Iris Ruiz Valero
Ese barquito de papel de la vida. ¡Qué bonita metáfora. Me encantó tu ternura.Mil gracias por tus palabras, Iris.
ResponderEliminar