miércoles, 19 de junio de 2013

SUEÑO CUMPLIDO


Llegó el día,
el día en que cumpliría uno de mis mayores sueños.
Recuerdo cada detalle perfectamente.
Me encontraba entre miles de personas,
mis piernas temblaban a más no poder
y mi sonrisa no se desvanecía.
Miles de personas se encontraban ansiosas,
en ese momento,
yo era una de ellas.
Gritábamos su nombre
al son de nuestras palmadas,
cantábamos canciones,
llorábamos,
y eso aún si notar su presencia.
Comenzaba a llegar el momento
y mis ojos comenzaron a cristalizarse.
Solo al ver personas como yo llorando,
no paraba de pensar,
"¿Cómo hacía esto?, ¿cómo lo hacía tanto?".
Me encontraba a unos pocos metros
y eso hacía que mi cuerpo temblara
como nunca lo había hecho.
Llegó el momento,
me coloqué a su lado,
le dí una pequeña carta que escribí con mucho cariño
y fui a abrazarlo.
Mis ojos rompieron a llorar,
no quería soltarlo,
fue la decisión más difícil de mi vida
dejarlo allí parado.
Mucha gente me dijo que no podría
cumplir mis sueños haciendo que me entristeciera,
pero eso me hizo más fuerte,
luché todo por ello,
por un sueño que siempre debió cumplirse.

Sara Figueras Peinado

1 comentario:

  1. Genial esta vivencia. Y conmovedor que lo quieras compartir con todos nosotros. Mil gracias, Sara.

    ResponderEliminar