sábado, 23 de agosto de 2014

TORERA ENAMORADA


 En esta vida
 hay que llevar capote en mano
 e ir dando 
capotazos.
¡Que nos llamen toreros!
 ¡Que nos llamen sevillanos!
 pero hay que saber 
ir toreando 
situaciones y enfados.

Al toro hay que saber pararlo
 para matarlo,
 igual que los problemas,
 pararlos y afrontarlos.
 Algo parecido en el amor.
 Yo recibiré al toro a puerta gayola
 y así el toro se sentirá seducido.
 Con la mirada
 lo conquistare,
 pero tendré cuidado
 para que el toro no conquiste mi corazón
 y me dé una fuerte cornada.
 Lo cogeré por los cuernos
 antes de que dé la cornada
 y termine con mi corazón herido.
 Pero le recordaré siempre 
que la que esta en el ruedo
 soy yo.
 Le pondré sus banderillas,
 y le haré ver
 que el torero,
 -en este caso la torera-
 siempre gana esta batalla.
 Y, como en todo,
 el torero para 
y luego mata.
 Eso haré yo. 

Iris Ruiz Valero

1 comentario:

  1. Curiosa metáfora del amor y los toros. Muy original. Me alegra saber que la máquina de escribir poemas sigue funcionando....

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