Mira
tu sombra, mira
que
tu mirada brilla
cuando
el alza se cansa
en
el balcón de casa,
abrazando
a Inma;
deseando
sus besos
en
carne y hueso.
Cuando
sale el sol
sentí
tu valor en mí.
En
Toledo te vi
y me
enamoré de ti.
El
sol se anima
con
la brisa marina.
El
sol ilumina,
tu
risa y la mía.
Álvaro Álvarez González
Magnífica manera de debutar, Álvaro. A ver si recuperamos el tiempo perdido y no dejamos morir el blog.
ResponderEliminarMuy bien Álvaro, precioso poema de debut. Sigue así ánimo
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