jueves, 27 de diciembre de 2012

TE VI PORQUE LLOVÍA



Corrían descontroladas las gotas de lluvia por un paraguas, precipitándose sobre un mismo charco.
 
Esperé y las gotas incansables se burlaban de mí, pasando y cayendo sin ritmo… hasta que se detuvieron.
 
No dejó de llover. Simplemente llegaste, calmando de agua mi corazón empapado.
 
Y te acurrucaste junto a mí, para cobijarte en mi inocencia.
 
Y , a duras penas, conseguí mirarte. Tu mirada se perdía por fuertes corrientes de agua rápida, al igual que mis ojos al clavarse en ti.
 
Tras el delirio, conseguimos caminar sin rumbo alguno por descampados solitarios.
 
Jamás nos llegará la calma, porque estamos unidos, y esa tormenta jamás cesará, por envidia a nuestro acompasado e infinito caminar.
 
Manuel Lamprea Ramírez

4 comentarios:

  1. Nuevamente nos sorprendes con tus imágenes, Manu. Magnífico regalo anticipado de Reyes el de tu poesía. Enhorabuena.

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  2. Sorprendente y sin palabras. Como siempre escribes cosas preciosas, algunas llegan al corazón y otras nos hacen reflexionar solo me queda una cosa por decirte enhorabuena.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Éste sin duda es magnífico. Quizás me identifico con la forma de percibir que tienes -o al menos la que muestra este escrito-porque se parece mucho a la mía. El titulo es magistral, y a veces, el más difícil de establecer. Mi más sincera enhorabuena. Sigo leyendo vuestro blog feacientemente, todo lo que tenga que decir lo publicaré en uno de los comentarios.
    Me ha gustado porque plasma el amor en el desamor, en la despedida, en el querer un poco más, en la ligera melancolía. La descripción es muy buena, pero mejor es aún lo que no cuentas. Enhorabuena otra vez y gracias por compartir esto. Un saludo. María Roldán.

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