El otro día soñé que estaba buceando bajo el mar. Podía
hablar con los peces, me podía montar en los caballitos de mar, nadar entre los
delfines... Y uno de ellos, si bien recuerdo, me llevó a una ciudad debajo del mar.
Todo era precioso: era de arena, de perlas, de almejas y tenía flores y corales
de todos los colores. Había una puerta semiabierta. Entré, vi un sillón de arena
y dos columnas de mármol blanco, un baúl lleno de joyas y zapatos y, en el
ropero, había biquinis y complementos para el pelo de princesas. Al salir de
allí, hable con el delfín que me saco de esa ciudad llamada la Antártida.
Pero,
silencio, esto es un secreto que no puedes contar, porque pueden destruir esta
ciudad.
Iris Ruiz Valero
¡Cómo se te veía en esta primera obra tu futuro como escritora, Iris! Un besazo.
ResponderEliminarEncantador y fascinante relato de ciudades sumergidas repleto de imaginación, como no podía ser de otra forma, Iris.
ResponderEliminar