Si tú supieses lo tanto
que te quiero no me creerías.
Si tú supieses lo tanto
que te echo de menos
pasarías de mí.
No puedo dejar de pensar en ti.
Tus mágicos poderes son inimitables
para mí.
Pues contigo sueño todos las mañanas
y las noches.
No puedo dejar de pensar en ti,
ya que tu me ayudas a dormir.
Eres tú la que hace de mi existir.
La que me protege.
La que me ayuda a dormir.
Esa eres tú, querida almohada.
Sara Figueras Peinado
Genial el quiebro hacia el humor, Sara. Me encantan estos poemas que me dejan con una sonrisa en la cara. Besazos.
ResponderEliminaringenioso y original felicitaciones¡¡¡
ResponderEliminarMuy divertido. Me ha encantado la forma en la que has humanizado este objeto al que pasamos aferrados un tercio de nuestras vidas. La frase en la que dices que la almohada pasaría de tí si supiera lo que la echas de menos me ha hecho sonreir.
ResponderEliminarFelicidades Sara.