Tu cara ilumina mi noche oscura,
tus ojos despiertan mi fantasía,
tu risa me hace creer en
mi propia vida.
Para mí,
no hay otra comparación a ti.
Tú y sólo tú.
Eres una diosa.
Tú eres mi flor de amapola,
tú eres mi sensación.
Sin ti, yo no tengo
por qué vivir.
Si no te encuentro
te buscaré en el firmamento.
Allí donde estés
abrazaré tu preciosa piel.
Alberto García Vega
Genial el poema de amor que te has "sacado de la manga", poeta. Me gusta muchísimo, aunque aún me gusta más la perseverancia que demuestras por avanzar y mejorar. Enhorabuena. Abrazos.
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