Gotea un ser en pálida roca,
disecada por tu amor,
tu amor a la vida,
de espíritu ganador.
Desciende esquivando dudas
entre piedras y ramas secas
la fértil agua unida
entre la niebla densa y espesa.
Sol claro penetra en ti,
por primera vez en vida
el color se mece en ti
tras salir de la montaña oscura.
Llegan violentas corrientes
y no sabemos salir de ellas.
Amansa, amigo, sus aguas
y seas un don cualquiera.
A la vista de una esquina
alguien se une a tu vez,
conoces a un amor,
que puede ser una rosa, pero también
puede clavarte espinas.
A partir de tus dulces lágrimas
nace otro gran ser,
se va por otro camino,
sin despedidas ni adiós,
llegas al borde de una muerte
dulce y soñadora.
Es cuando encuentras a tu madre,
esa, a la que tanto añoras.
Manuel Lamprea Ramírez
Me encanta
ResponderEliminarleo la primera frase y ya se quien la escrito
jje
sigue asi
Patri:)
Meee Guusta(;
ResponderEliminarVera...
Don Manuel compara la vida con el río que nos lleva. Tema clásico -me acuerdo de Jorge Manrique- que se vuelve moderno en su escritura. Enhorabuena, poeta. ¡No sé dónde tienes tu techo! ;)
ResponderEliminarConmovedor ...el final me llego mucho ,sigue escribiendo llegaras lejos ,un cariño y mis felicitaciones !
ResponderEliminarMe encanta :D
ResponderEliminarBy: SwagGirl(Sara)xD
Querido Manu: Cuando me comentaste que te rondaba por la cabeza la idea de un poema en el que comparar el curso de un río con la vida hasta llegar al mar, y la muerte... te dije que tenías todas las papeletas para caer en tópicos y pegarte un castañazo mayúsculo por que es bastante complicado afinar en el tema.
ResponderEliminarPues hijo, hay veces, pocas, muy pocas veces, poquiiiiiísimas veces, casi nunca (je,je) en las que los padres nos equivocamos. Porque "errare humanum est", públicamente me desdigo. El poema no es sólo bueno sino en algunos momentos, maravilloso.