Mirando al infinito, tu mano ardiente rozó mi hombro y, al darme la vuelta,
comprendí quién eras.
Tardaste en sentarte junto a mi lado. Sé que no quería, pero tus palabras me obligaban y tuve que esperar.
Me interrogaste, caía el sudor. Yo no quería oír tu voz, sólo quería oír
Tardaste en sentarte junto a mi lado. Sé que no quería, pero tus palabras me obligaban y tuve que esperar.
Me interrogaste, caía el sudor. Yo no quería oír tu voz, sólo quería oír
tus labios suaves y brillantes.
Guardé tu pelo detrás de tu oído y tú escuchaste cómo caía, como la lluvia,
Guardé tu pelo detrás de tu oído y tú escuchaste cómo caía, como la lluvia,
para dejarte que tocara tus mejillas.
Tiempo detenido, pajarillos, árboles, olas y el horizonte contemplaba
Tiempo detenido, pajarillos, árboles, olas y el horizonte contemplaba
en silencio expectante lo ocurrido.
Acerqué mis labios hacia tu barbilla, hiciste lo mismo, con la esperanza de encontrar lo que yo buscaba:
nunca despertar.
Acerqué mis labios hacia tu barbilla, hiciste lo mismo, con la esperanza de encontrar lo que yo buscaba:
nunca despertar.
Manuel Lamprea Ramírez
Te estás superando de una manera extraordinaria. Genial el final. Enhorabuena, poeta.
ResponderEliminarME ENCANTA. ESTE CURSO PARECE QUE PROMETE MAS. FELICITACIONES. BESOS
ResponderEliminarme encanta
ResponderEliminarsigue asi
patri
Increíble !!me encanta son mis preferidos ,no dejes de escribir ,felicitaciones !!!
ResponderEliminarMuy delicado y muy poético, y por qué no, real y auténtico. Preciosa la indefinición temporal con ese tiempo detenido...
ResponderEliminarMuy bueno.
Que bonito *.* Me encanto! Es el "esteriotipo" (?) de primer beso que mucha gente sueña! xD Sigue escribiendooo! ;)
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