La noche era fría.
La lluvia caía.
Al escuchar su llanto,
mi padre salía
con mi madre en sus brazos:
la prisa lo urgía.
En sus ojos se veía
una enorme alegría.
Y es que ese mismo día
un ángel les dijo, en melodía,
que esa noche sería
la que yo a sus vidas llegaría.
Marina Vega Pérez
Dulce y extraordinaria poesía para estrenarte en este blog, Marina. Enhorabuena. ¡Chicos, animaos!
ResponderEliminarMuy bonita. gracias marina
ResponderEliminarPreciosa poesía!!! Muy tierna tu alumna Marina... :)
ResponderEliminarMe encanta sigue asi
ResponderEliminarPatri:)
Sencillamente preciosa.
ResponderEliminarCon unos sentimientos muy bonitos y tiernos. Felicidades .Besillos
ResponderEliminarMuy tierno ,los ángeles siempre están presentes ,un cariño a ese grupo maravilloso .
ResponderEliminarBonita, muy bonita. Además, consigues hacernos revivir de forma enternecedora, la experencia única que supone el nacimiento de un hijo. Magnífica e insuperable forma de presentarte Marina. Mil felicitaciones y como siempre, queremos más.
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